La Sucesión Presidencial en 1910 - Francisco I. Madero

El libro escrito por don Francisco I. Madero titulado La sucesión presidencial en 1910, forma parte importante de la historia del México moderno y contemporáneo.

La sucesión presidencial en 1910 sin ser un libro escrito por una pluma literaria, ni por un historiador o politólogo, expresa con sencillez el pensamiento de Madero.

El libro de referencia logró influir en muchos de los hombres de la época en que se publicó, originando cambios en las instituciones y en el desarrollo sociopolítico de México.

Cuando Madero publicó su libro era prácticamente un ilustre desconocido en el ambiente político nacional, teniendo por experiencia política dos derrotas electorales frente a los candidatos del régimen porfirista, la primera, disputando la presidencia municipal de San Pedro –1904- y la segunda, luchando por la gubernatura de Coahuila, su estado natal en 1906.

A pesar de lo anterior, Madero se relacionó, a nivel estatal, con otros opositores del gobierno de Díaz, quienes lo convencieron para formar un partido nacional que tuviera su propio candidato para competir en las elecciones de 1910.

Cuando Porfirio Díaz concedió la famosa entrevista a James Creelman, en 1908, Madero creyó que efectivamente México tomaba el rumbo de la democratización, considerando las declaraciones que el anciano dictador hizo al periodista extranjero en el sentido de que México ya estaba listo para ejercer la democracia y que vería con buenos ojos la formación de partidos opositores.

Al mismo Creelman, Díaz informó sobre su retiro, facilitando así que las elecciones de 1910 fueran libres y con credibilidad.

La familia de Madero era una de las más ricas de Coahuila y sostenía muy buenas relaciones con José Ives Limantour, el influyente ministro de economía del dictador y líder destacado del grupo de "los científicos".

Las relaciones de la familia de Madero con el régimen porfirista, influyeron para que la primera se opusiera a las actividades políticas oposicionistas de Francisco, temiendo represalias, particularmente hacia sus intereses económicos.

A pesar de la oposición familiar, don Francisco I. Madero inició la redacción de su libro el que prácticamente terminó en octubre de 1908.

La impresión de dicho libro se llevó a cabo en una imprenta de Parras, Coahuila, quedando concluido en enero de 1909.

Madero tuvo que esperar por, aproximadamente dos semanas la anuencia de su padre para que su libro entrara en circulación y participara abiertamente en el proceso electoral de 1910.

Don Evaristo Madero, padre del apóstol de la revolución, consintió en la distribución de La sucesión presidencial en 1910, el 22 de enero de 1909.

El libro comenzó a ser repartido entre los políticos más destacados del país, a los estados de la República e incluso al general Porfirio Díaz.

El ejemplar de La sucesión presidencial en 1910, enviado a Díaz iba acompañado de una carta en la que Madero hacía hincapié en la necesidad de realizar elecciones justas y transparentes y en el peligro que representaba don Ramón Corral como candidato a la vicepresidencia.

Don Porfirio Díaz no dio importancia alguna ni al libro y mucho menos a su autor.

La sucesión presidencial en 1910, tuvo las más diversas reacciones: Muchos se burlaban de las pretensiones del autor que se oponía a un sistema perfectamente estructurado pero otros muchos coincidieron con los planteamientos ideológicos propuestos en el libro, viendo la necesidad de crear un partido político que se opusiera a "los científicos".

En síntesis, el mensaje de La sucesión presidencial en 1910, pugnaba por unas elecciones libres, por terminar con la corrupción, por la creación de un sistema de rotación para los puestos públicos, elegir democráticamente, por lo menos, al vicepresidente, a los gobernadores y a los presidentes municipales.

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