En sexenios pasados, en una gira de trabajo por la sierra de los Coras, el Gobernador del Estado de Nayarit fue abordado por una mujer que le dijo:
- Señor Gobernador: ayudenos para la capa del señor cura del pueblo.
El Gobernador sacó unos cuantos billetes de entre sus bolsas y le dijo a la mujer:
- Tenga. ¡¡¡Pero me lo capan bien!!!
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